viernes, 21 de diciembre de 2012

Transformación de un rincón del jardin

Un cliente me ha pedido que le "arregle" un rincón de su jardín y me he puesto manos a la obra.
Está justo en la ventana de la habitación de matrimonio y me ha dicho que quería tener una mejor vista.
Lo primero que he hecho a sido eliminar plantas que no aportaban mucho al diseño que tenia pensado, después he limpiado bien la parte donde iba a trabajar y le he colocado una malla para que no vuelvan a salir  malas hierbas. He re-colocado unas rocas que tenia, y le he plantado unas calendulas para aportar colorido y destacar la gravilla blanca.
Después de distribuir la gravilla, he rastrillado toda la superficie haciendo ondas y lineas.
Una forma económica y sencilla de mejorar el aspecto de tu jardín.
Lo voy explicando con tres fotos:


 Como se puede apreciar en esta primera foto, esta parte del jardin tenia mal aspecto, y eso que ya habia podado la lantana camara que hay justo debajo de la ventana y habia quitado algunas plantas y hojas que molestaban.
Después de limpiar lo que no iba a usar presentaba este aspecto:


una vez limpio y allanado el terreno, es el momento de poner la malla anti-malas hierbas. Después se distribuyen las rocas y se colocan las plantas ornamentales que darán colorido a nuestro diseño de pequeño jardín japones.
Una vez hecho esto se extiende la gravilla y se pasa el rastrillo para darle el toque final.



El trabajo terminado transmite serenidad y limpieza.
Evidentemente no habría estado mal añadir un acer palmatum o una camelia, dependiendo del presupuesto que tengamos podemos añadir algún elemento de calidad a la composición.
Si nuestra idea es darle vida y luminosidad a un rincón del jardín sin gastar mucho creo que es una buena opción.
Por otra parte, si queremos ampliar la zona de gravilla nos podemos permitir mas licencias: Rocas mas grandes, gravilla un poco mas gruesa, faroles de roca,  una fuente de agua...

Un saludo de Fermin, espero que os guste. Hasta la próxima.

domingo, 2 de diciembre de 2012

historia de un pre-bonsai de buganvilla desde acodo

Pues se trata de una buganvilla que tengo en la fachada de mi casa, y que como podéis apreciar en la primera foto estaba un poco "salvaje."
Mi decisión fue sacar algo decente de esta planta y me decidí a ponerme manos a la obra, era el 10 de septiembre de 2010.
después de podar, le hice unos cortes en el tronco y le añadí hormonas de enraizamiento,  después le puse un tiesto de plástico y a esperar.







 en diciembre la trasplanté a una maceta y al principio de la primavera a un tiesto de bonsai.

Todavía le queda mucho para ser un buen bonsai,  pero ya a empezado su camino.
Es posible que no eligiera la mejor epoca para hacer estos pasos, pero probé y funcionó, el tiesto de color azul lo he utilizado por que así se resalta mas el colorido, lo aprendí en un articulo de la revista Bonsai Autóctono, la recomendación era de Pep Ferrer. 
Con el tiempo iré publicando la evolución de este y otros bonsais.    
Un saludo. Fermín Carrillo

martes, 13 de noviembre de 2012

El origen de los bonsais



En un primer momento, los bonsáis eran ejemplares enanos extraídos de su medio natural.
La observación de estos ejemplares llevó al hombre oriental a desarrollar una serie de técnicas capaces de conseguir, de forma artificial, el mismo resultado.
Los primeros datos de los cuales se tiene constancia escrita referida al inicio de este arte, proceden de China, y se remontan al periodo Tang (siglos VIII-X), donde queda reflejada por primera vez en una pintura mural la presencia de un p´en-sai, planta modelada en la naturaleza y replantada en una maceta.
Estos singulares y caprichosos ejemplares, eran cultivados por los monjes budistas posiblemente desde algunos siglos antes de nuestra era, pasando con posterioridad a convertirse en una de las ocupaciones y entretenimientos de la nobleza.



A partir del siglo XII, las formas de estas plantas comienzan a ser trabajadas por el hombre, dando lugar a lo que hoy conocemos como el árbol en miniatura y, paralelamente las técnicas y los conocimientos referentes a este arte empiezan a expandirse.
Estas técnicas llegaron a occidente a finales del siglo IXX, cuando empezó a desarrollarse un profundo interés por todo lo oriental. La fascinación por sus culturas invadió los distintos ámbitos de la vida e, inevitablemente, la jardinería sucumbió a tan original modo de entender el cultivo de especies vegetales. 



Simplicidad y economia

Los arquitectos de jardines y las personas que que diseñan su propio jardín  se enfrentan a la necesidad de expresar ideas simples.
Hay un error en el que caen muchas personas, los jardines no se crean para impresionar a las personas que nos visitan, sino para nuestra propia satisfacción.
Simplicidad en este caso quiere decir sencillamente que hay que delimitar los limites del jardín para ver cada perspectiva, introducir pocas especies, evitando la aglomeración de plantas.
También es importante combinar la simplicidad con la economía.
Para eso debemos diseñar el jardín de tal manera que no salga caro su mantenimiento, es decir que su buen estado se limite a operaciones fundamentales como el riego, la poda o la limpieza.
Es bueno tener presente que hay que dar prioridad a el buen estado de las plantas, en detrimento de la diversidad y la cantidad de especies.
En definitiva que nuestro jardín no se convierta en un gasto tedioso, sino en un lugar para disfrutarlo y encontrar tranquilidad.
Por estos y otros motivos, suelo recomendar la creación de jardines japoneses, en los que la vegetación se ve reducida a algunos arbolitos, y se disfruta de la belleza que reside en la disposición de elementos naturales , piedras, y en el sumo cuidado con el que se mantiene todo.